sábado, 27 de octubre de 2007

Una palabra - Carlos Velazco

Una palabra no dice nada
y al mismo tiempo lo esconde todo
igual que el viento que esconde el agua
como las flores que esconde el lodo.

Una mirada no dice nada
y al mismo tiempo lo dice todo
como la lluvia sobre tu cara
o el viejo mapa de algún tesoro.
como la lluvia sobre tu cara
o el viejo mapa de algún tesoro.

Una verdad no dice nada
y al mismo tiempo lo esconde todo
como una hoguera que no se apaga
como una piedra que nace polvo.

Si un día me faltas no seré nada
y al mismo tiempo lo seré todo
porque en tus ojos están mis alas
y está la orilla donde me ahogo,
porque en tus ojos están mis alas
y está la orilla donde me ahogo.

martes, 23 de octubre de 2007

Buscando sentidos

Me pasa ultimamente que me siento muy rara... Siento como que todo esta ami alrededor sin ningun sentido, y que por más que intente no entinedo nada.
Ya no se si se trata de disfrutar o de sobrevivir. Ya no se que es lo lindo y lo feo, cual es la linea que separa una cosa de la otra. Ya no se nada.
Bueno coniderando las concecuencias que el caso pued traer, voy a tratar de abstraerme un poco hacia mi misma para encontrarle un sentido a la vida (no el verdadero, eso sería imposible). Un sentido que me ayude a seguir sin maquinarme demasiado...

sábado, 6 de octubre de 2007

Mi historia III parte

Los ensayos eran sábados y domingos a la tarde, así que el día siguiente me arregle para que cuando me viera dijera waw, es hermosa…Y cuando llegue, lo mire y dije waw, es hermoso. Por supuesto no me entregue en cuerpo y alma, después de todo no sabia cuales eran exactamente sus intenciones.
Al principio fue difícil, mantener oculto todo le daba un toque de adrenalina, pero lo hacia difícil. La noche del sábado hicimos un asado de banda (como los llamamos) para estrechar lazos. Yo me entere que una de las chicas que siempre iban a vernos estaba enamorada de el, y bajo su petición no demostré absolutamente nada delante de ella. Claro que cuando digo absolutamente nada, digo, absolutamente nada. Me mantuve alejada y nadie se imagino lo que pasaba entre nosotros. Ella se sentó a su lado y yo…bueno, yo me moría por dentro, pero me aguante las ganas y puse mi mejor cara de póquer. Cada tanto me iba a hacer algo a la cocina para que el me siguiera y poder darle un beso, pero no, no parecía darse cuenta de la indirecta (muy poco directa). Mi poca atención le pico, me di cuenta en sus ojos mientras jugábamos un juego después de comer. Es un juego donde se supone tenés que decir la verdad, se dice algo, y si hiciste lo que dijeron tenés que tomar un trago de cerveza o lo que estés tomando. Es tonto, pero divertido…igual nunca nadie dice la verdad. Es mas, ahora que me acuerdo, el tomo cuando dijeron quien hizo (o recibió, no me acuerdo bien, pero en fin, es casi lo mismo) sexo oral...en fin, es algo sin importancia…por lo menos por ahora. Volviendo a lo que les contaba, mientras jugábamos analizaba cada uno de mis movimientos y se aprendió cada una de mis respuestas. Yo sin poder aguantar las ganas de mirarlo, también me estudie cada una de sus respuestas…después me levante y me fui a una de las habitaciones a buscar algo, no me acuerdo bien que. Me quede un rato, sentada en la cama esperando que cuando saliera ella ya no estuviera ahí. Entraron mis amigas y nos quedamos charlando un rato. De el, ni señales. Yo lo esperaba…entonces lo vi entrar, como buscando algo. Aún recuerdo su expresión…su mirada que todavía disfruto. Esos ojos y ese brillo tan especial que podrían iluminar el cuarto más oscuro. Busque sus ojos, pero escape al encontrarlos. Creo que en la inquietud de mis pensamientos tuve mucho miedo a enamorarme. Se sentó a mi lado y mis amigas (obviamente) nos dejaron solos. El recostó su cabeza en mis piernas y yo me apoye contra la pared. Alguien entro y apago la luz. No nos escandalizamos, pero tampoco nos emocionamos, es mas nos pusimos un poco incómodos. La luz del comedor se colaba por la puerta y nos daba lo suficiente como para mirarnos a los ojos. Hablamos un rato largo, yo le tocaba la cabeza, le acariciaba el pelo y el, de vez en cuando, me sonreía. Yo estaba hipnotizada ante sus encantos. Nada más parecía existir. Sin embargo tuve mucho miedo…
Cuando me di cuenta que mi mudo se había reducido a él me despabile y le dije que volviéramos con los demás. Construí un muro gigante, enfrié las cosas. Ella todavía estaba ahí. Nos sentamos con mi mejor amigo y guitarreamos un rato. Recuerdo que cantamos ojalá de Silvio Rodríguez.
Comenzaron a irse todos, cada uno en su lugar. Mis amigas borrachas molestando en la habitación. Ella mirando televisión con uno de los chicos. Yo, buscando el segundo. Camine hacia arriba, donde hay dos camas, me acosté en una y rogué que el apareciera. Y apareció, me sonrió y se acostó a mi lado.
Hablamos un rato y me dio un beso. Ella estaba a solo unos metros y nos vio pasar. Yo ya la había olvidado. Comenzó a amanecer y nosotros disfrutábamos de esos momentos juntos. Yo quise parar el tiempo mientras le acariciaba la espalda por debajo de la remera. Creo que esos segundos fueron mágicos, no puedo acordarme de nada mas que de su piel…tan suave…tan suya. Quería morirme en ese instante. Sentía que no había felicidad mayor. Y mi miedo, ese a enamorarme, se había ido, porque eso, lo que más me angustiaba en la vida, me estaba pasando. Me estaba enamorando.
Recuerdo casi con detalles cada palabra suya. Recuerdo que me decía que yo le encantaba, que no sentía por nadie lo que sentía por mi, y que le resultaba raro sentirlo.
Eran como las 8 de la mañana cuando mi celular sonó para sermonearme por la hora. Yo me sentí morir. Me tenía que ir y hubiese dado lo que fuera por quedarme toda la eternidad a su lado esa noche. Pero me fui.
Al día siguiente me paso algo que nunca me había pasado. Me desperté con el alma rota…con el corazón partido en mil pedazos. Tenía una desazón total en mi…pensé para mis adentros que nunca mas iba a ser tan feliz como la noche anterior. Pero estaba equivocada…iba a haber muchas otras noches…