viernes, 26 de septiembre de 2008

Infiernos y Paraísos

Como si fuera una pequeña muestra de paraíso. Como si nos dieran una probada de lo mejor de lo mejor. Así nos sentimos cuando nos rozamos, cuando nuestra piel entra en contacto. Así me siento yo cuando me besas cuando estás cerca aunque mirando la tele sin prestarme verdadera atención. Así me siento cuando me llamas, cuando escucho tu voz al otro lado del teléfono. Así me siento yo cuando siento a lo lejos “ese” ruido, la moto que puedo reconocer a cuadras de casa. Así me siento cuando simplemente pienso en vos y nos imagino…
Sin embargo, a veces, también siento infiernos. Delirios que recorren noches y días enteros. Que pueden estallar en llantos sin lágrimas ni gritos. En sonrisas dibujadas por obligación. En miradas perdidas que no ven mas allá de las narices de nadie. A veces siento aradores en el pecho sulfurando gritos que no se escucharan jamás. Voces sin retornos, sin eco…
Me pregunto una y otra vez porque. Porque insistimos. Porque una y otra vez reincidimos en pecar, en amarnos hasta la locura, en mirarnos como si fuera la última noche, como si el mundo se fuera a terminar… nos ensañamos en volver una y otra vez. Tan diferentes los corazones…tan, pero tan diferentes los pareceres, los criterios, las dudas, los miedos. Y sin embargo no podemos ni un segundo pensarnos separados, el uno sin el otro. Como si fuera miel nos posamos una y otra vez para darnos cuenta, tarde, que es veneno. Pero no desistimos, volvemos a intentarlo como si el corazón fuera eterno, como si no importara y se reconstruyera como si nada…
Vos sabes, yo se, el mundo sabe, que no estamos hechos el uno para el otro…somos dos, somos uno, somos todos. Sos vos, soy yo...es el infinito amor que te tengo…