jueves, 30 de agosto de 2007

Nada es para siempre

A veces uno piensa que las cosas no podrían ser de otra manera. Hacemos lo imposible para llevar al extremo todo, hasta que nos damos cuenta que no va más. Que lo que en realidad sentíamos no era una terrible necesidad de el o ella, sino un miedo indescriptible a que lo que amamos durante tanto tiempo se haya terminado.
Miedo al cambio, a saber que todo puede tener un final. Que las cosas no son para siempre.
Yo entendi (a los golpes) que no puedo retener nada. Que el tiempo hace estragos en la gente y que si no aprovechamos cada el día como el último algún día vamos a arrepentirnos. Pero también entendí que el arrepentirse de las cosas que no hicimos no sirve. Lo que no aprovechamos en su momento, ya pasó, y sólo nos sirve como enseñanza de que no hay que dejar pasar un minuto sin hacerlo lo más productivo posible.
Entendí lo importante que son las personas que nos rodean. Todas. Las buenas y las malas. Las buenas, los amigos son pilares fundamentales para no caernos cuando nuestras piernas flaquean hasta no poder más. Y las malas, porque a ese tipo de personas más vale tenerlas cerca y saber que están haciendo, además otorgan el equilibrio de la vida...no existe bien sin mal...
En fin...entendi que lo que más amaba en el mundo se fue sin que me diera cuenta y sólo forma parte de mis recuerdos, lo más lindos, por cierto, pero sólo recuerdos.
Te amo, y sabés que nunca voy a dejar de amarte, pero aunque nos duela profundo en el alma...It's time to say goodbye...

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