jueves, 27 de septiembre de 2007

Confesiones II parte

En el viaje de vuelta a casa hablamos de todo un poco. Yo trataba de que me bajara la graduacion alcoholica del cuerpo mientras me reia de lo que me decia. Cuando llegamos a mi casa no quise bajarme al instante, estabamos tan divertidos que simplemente nos quedamos hablando en el auto.
Despues de un tiempo, me miro fijo a los ojos y se hizo un silencio eterno. De esos que sentis que "tenes" que llenar con algo, pero no te sale nada. Y me dijo: _Te miro y me parece increible sentir las cosas que siento, sos una princesa, me encantas. Yo anonadada con la confesion no supe que decirle y me quede callada. Y siguio:_Me das un beso? y con un dedo se marco el cachete. Yo se lo di, tan tiernamente, tan dulcemente, tan inocente beso... El cerró los ojos como si estuviera extasiado, yo lo miraba fijo tratando de no perderme ni un segundo, ni un movimiento. Estudiando casa cosa de el. Sin abrir los ojos tiro un _Que beso tan hermoso... Yo sin saber muy bien lo que hacía le conteste que eso no era un beso, que yo podia darle el mejor beso de su vida, pero puse condiciones: cerrar los ojos, manos atras, sin tocar, sin moverse, nada. Yo iba a hacer todo. Entonces le di el más dulce de los besos, comence en la frente, me deslice hasta sus mejillas, pase por su nariz y por cada uno de los angulos de su boca, pero casi sin tocarla. El me obedecio, hizo todo tal cual se lo habia pedido. Y el beso que duro uns segundos parecio durarnos toda la vida.
El permanecio con los ojos cerrados despues de haber terminado mi beso. Yo, expectante sentada a su lado. Y mirandome dulcemente me dijo:_y despues de ese beso yo que tengo q hacer, seguir con lo que me pediste??. Con una sonrisa un tanto pícara lo mire y negue con la cabeza, me acerque y le di un beso en los labios...en ese instante senti algo que hasta el dia de hoy no puedo explicar ni entender. Es algo que solo me paso con el. Una sensacion en la boca del estomago que me hacia arder la sangre, que me llenaba de alegria y de tristeza al mismo tiempo. Contradicción con la que despues aprendi a vivir. Despues me baje del auto y entre a mi casa...sonriendo, claro.

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