jueves, 27 de diciembre de 2007

A veces me pongo a pensar en como salieron las cosas estos últimos meses. Sobre todo estos últimos días, y me sorprendo un poco. Primero porque es raro enamorarse (demasiado quizás), pero mucho más raro es como una sucesión de momentos puede devenir en este escabroso presente de desamor.
Me dejó hace ya unos meses, y eso es algo que me es muy difícil de superar. Sobre todo por tenerlo tan cerca (pero tan lejos a la vez) y compartir tantas cosas...El dejarnos fue culpa de los dos. Nos dimos por vencidos muy rápido. Y yo que me reía con los ridículos personajes de las películas que no se daban vuelta y se gritaban todo lo que se amaban...Ja, ja, que irónico...
Y lo peor vino cuando caí en que él ya no era mío, cuando caí en que mi cama estaba fría, cuando caí en que mis labios estaban tan secos y mis ojos tan mojados... Ya nadie me iba a decir lo linda que estaba esa noche. Ya nadie me iba a tomar de la cintura y apretarme contra su cuerpo par darme un beso. Ya nadie me volvería a hacer tan feliz. Nadie como el.
La cosa se puso peor. Yo en mi desesperación de querer dejar de pensar un solo segundo comencé a caminar por la cornisa. Salidas, amigos, alcohol...No fue un mes de sexo alcohol y drogas, pero me sentí perdida pensando en q saliendo todo el fin de semana y tomando como loca me iba a hacer olvidar. Misteriosamente sucedió todo lo contrario, me levantaba todos los días un poco más vacía q de costumbre, y entonces lo extrañaba mucho más.
Fue ahí entonces cuando me di cuenta del error. Mis amigos dicen que me agarro sentimentalismo filosófico y se ríen. Yo creo que baje un poco de la nube en la que estaba subida. Me pregunte que ganaba haciendo lo que hacia, y si mis actos eran consecuentes con lo que buscaba para mi vida. Me guarde en casa durante un par de fines de semana buscando la paz que solo una peli cuasi cómica-cuasi romántica me daba.
Ahí entonces pensé en que estaba haciendo yo para recuperar lo que había perdido. Me dedique entonces a tratar de recuperarlo, pero nada daba resultado y tarde una semana en cansarme. Una semana bastante difícil, por cierto.
Lo ame tanto, pero tanto que pasaba días y días llorando su ausencia...
Como nada me daba resultado recurrí a hacerme la superada. Trate en vano de interesarme por otra persona. Es gracioso porque es algo que nunca me costó.
Muchas vocecitas un tanto malvadas pasaron por mis oídos tratando de alejarme de lo q sentía, pero nada dio resultado...
Y entonces, finalmente me di por vencida. Terriblemente herida por haber dejado ir al amor de mi vida, por haber estado tan perdida.
Pero extrañamente las cosas no estaban mal. Se podía hablar, lo podía tocar, lo podía mirar sin que eso resultara incomodo o inapropiado.
Un día pensé en el y fue diferente...sentía algo q no había sentido nunca, la terrible necesidad de abrazarlo...sentí que me moría...sentí que me vaciaba de sentido si no estaba a su lado...y entonces DESEE CON TODA MI ALMA QUE MI ETERMA CONDENA SEA HACERLO FELIZ...Aunque yo se, y él sabe que eso no es una condena…

No hay comentarios: