miércoles, 30 de abril de 2008

Just recuerdos...

Una vez escribi esto, pero nunca lo subi... Hoy...hoy tengo ganas...



El día de la fiesta llego, yo me prepare como si fuera la ultima noche que tendríamos para vivir el tormentoso amor que habíamos creado.
Cuide cada detalle, sabia que el iría y quería que todo fuera muy perfecto. Y lo fue…
Me levante temprano, las ansias no me dejaron dormir demasiado. Vislumbré por la ventana que el sol había salido después de días y me puse la bikini. Baje las escaleras, salude a mi hermana y su compañero que estudiaban en el comedor y salí al fondo de casa a tomar sol. Después de comer, fui a la peluquería y me encargue que todo estuviera perfectamente en su lugar. Me puse el vestido y me maquillé. No mucho, se que a él le gusta más al natural.
Llegue a la fiesta y me encargue de que todo estuviera bien. Me senté, comí, miramos el video, nos sacamos un millón de fotos y nos reímos con “las chicas” (léase mis amigas de la Facultad, enumerarlas seria muy fastidioso, son muchas). No veía la hora de que llegara. Y llego… cuando lo vi entrar por la puerta, con su trajecito, tan lindo, tan irresistible para mi…quise casarme con el!! No quiero entrar en detalles del festejo, dejemos eso para otra ocasión, quiero llegar a la parte que les compete. Cuando decidimos irnos, me tomo de la mano y me llevo hasta afuera, donde nos esperaba ese auto rojo que tanto me hace acordar a las épocas que éramos tan felices, tan felices…en fin…
Salimos de la fiesta antes de que terminara y nos dirijmos a mi casa. Eran como las 5.30 de la madrugada. Le pregunte al oído: _ ¿A donde vamos? Me respondió "a tu casa", me reí y entendí perfectamente a donde íbamos. Cuando llegamos a mi casa, paro el motor y prendió la música. Yo me puse de costado, le acaricie la cara, y le di un beso, dulce, de esos que te hacen doler el corazón. Al alejar mi boca de la suya me pregunto si quería que fuéramos a otro lugar, yo asentí y nos fuimos.
Cuando llegamos al punto final, el reclinó los asientos y puso música lenta, yo solo escuchaba lo fuerte que latía mi corazón. Quería llorar, no se muy bien porque, supongo que la emoción de que todo estaba saliendo a la perfección en el broche de oro de esa noche que no había sido planificado. Después de mucho tiempo me di cuenta que las cosas que no planificamos fueron las que mas felices nos hicieron… Volviendo a la historia, me acerque y comencé a besarlo, el me tomo por la cadera y me subió encima suyo. Yo me deje manejar por el que también mandaba en mi corazón. Nos besamos un buen rato antes de que el, con timidez comenzara a tocarme mas profundo. Comenzó por sacarme la ropa, y acariciaba cada centímetro de mi cuerpo, yo lo besaba y a veces, me alejaba un instante para mirarlo, y mantener esa imagen en mi memoria, idealizar esa secuencia tan increíble de movimientos y sensaciones. De repente, el, que era el, y yo, que era yo, fuimos uno. El dolor no se comparo con la felicidad y esas ganas de gritar que me inundaron, esa increíble sensación que nunca antes había sentido y que quería volver a sentir mil millones de veces. Quisiera tener las palabras para explicar lo que en ese momento fuimos, ni siquiera la magia de una flor floreciendo en un helado invierno se compara a lo que esa noche fuimos: uno, dos y un millón, todos en un solo segundo que dura más que toda la eternidad y mil eternidades juntas. El amor me rompía el corazón en cada inhalación, y lo curaba al soltar el aire. La respiración se volvió entrecortada y parecía como que ambos queríamos gritar y teníamos el pecho colmado de algo que no se que fue…
Cuando la respiración pareció gritar una ultima vez, el me tomo por la cintura y me beso por ultima vez… el calor que despedían nuestros cuerpos uno contra el otro, la transpiración que recorría la escena, los vidrios empañados…todo tal cual lo había visto en tantas películas, pero aun mejor de lo que creí que seria. Tan indescriptible sentimiento que en ese instante nos hizo estallar el corazón…
Yo, cansada, con la respiración fuerte y entrecortada, lo mire, me acerque, lo abrace, y le dije tiernamente al oído: _TE AMO.
Yo me hice a un costado para dejarlo que se acomodara y me vestí…, me recosté sobre su pecho y nos quedamos hablando y riéndonos hasta que el sol nos pego en la cara y decidimos volver a casa.
Cuando llegamos, me dejo en mi casa, me beso tiernamente y se fue. Yo todavía no caía en lo increíble de ese momento, y no podía dormirme, así que le mande un mensaje recordándole que esa había sido la mejor noche de mi vida, por lejos…
Y si, así es como el y yo dejamos de ser (casi) inocentes y nos rendimos a esa dulce tentación que nos hizo uno a los dos esa noche.
Y esa, que fue nuestra primera vez juntos …

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien contada. Increíble! Aunque no fue un poco incómodo lo del auto? Nunca lo hice...

Solteracrónica dijo...

Nahhh...buenisimo lo del auto...un Megane...te diria incluso, mi lugar favorito... jajajajaja

Como te diria el vendedor..proba y despues contame!! jajaja

Solteracrónica dijo...

Y gracias!!!

Anónimo dijo...

te digo que escribis demasiado bien.
suerte